Reservas internacionales

JOAQUÍN RODRIGO CANO JAUREGUI SEGURA MILLAN*

Tiene 23 años de experiencia en el Banco de México. En ese periodo ha ocupado diversos cargos relacionados con la instrumentación de la política monetaria y cambiaria; la predicción de acumulación de reservas internacionales y el análisis de su suficiencia. También ha colaborado en temas de investigación de mercados financieros. Actualmente, es director de Apoyo a las Operaciones y tiene a su cargo la programación financiera del Banco de México, la cual implica la generación de pronósticos de liquidez para programar las operaciones de mercado abierto del propio Banco. Adicionalmente, su dirección cuenta con un área de investigación que lidera proyectos de desarrollo de mercados de alta relevancia como la creación de la nueva TIIE de Fondeo y de productos financieros ligados a esa tasa. Finalmente, bajo su supervisión se encuentran las áreas de Back Office y de Sistemas Operativos, que se encargan de la liquidación y sistematización de todas las operaciones de la banca central.

* La elaboración de esta lectura fue posible gracias a la valiosa colaboración de Ramón Figuerola, subgerente de Programación Financiera del Banco de México y Sergio Herrera, jefe de la Oficina de la Balanza Cambiaria del Banco de México.

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LECTURA

Introducción

El tema de las reservas internacionales suele ser muy discutido por expertos económicos, periodistas, políticos, agencias calificadoras, e incluso por personas que no tienen nada que ver con el medio financiero. En los foros con mayor experiencia técnica suele discutirse si las reservas internacionales son suficientes para enfrentar escenarios de estrés en los mercados financieros, que derivan en choques importantes sobre la balanza de pagos, o si son suficientes para defender un nivel de tipo de cambio. Incluso, los más especializados discuten cuál es la manera más eficiente de invertir esas reservas. Por otro lado, en los foros con menos conocimientos técnicos suele discutirse si las reservas internacionales deben ser usadas para financiar proyectos gubernamentales, como la construcción de carreteras, hospitales, escuelas públicas, entre otros.

El objetivo de esta lectura es brindar todos los elementos técnicos para que cualquier tipo de lector -especializado o no- tenga mayores herramientas para entender las distintas definiciones de las reservas internacionales que existen en México, sus funciones, si son suficientes o insuficientes, los activos en los que pueden invertirse para que sigan siendo consideradas mundialmente como activos de reserva, así como las consideraciones financieras que deben tomarse en cuenta para invertirlas.

En la primera sección se buscará responder qué son y para qué sirven las reservas internacionales. Para esto, se presenta la definición de reservas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que suele ser el concepto utilizado por analistas económicos y calificadoras crediticias para complementar sus análisis sobre la solidez de las cuentas externas de un país. Además, se explican las distintas definiciones de reservas internacionales utilizadas en México, tanto la establecida en la Ley del Banco de México (LBM), como las de las distintas estadísticas que publica el banco central. Adicionalmente, se exponen los usos comunes que se le dan a las reservas internacionales y se explica por qué no pueden ser utilizadas para fortalecer programas sociales o algunos otros de tipo gubernamental.

En la segunda sección se presentan las consideraciones básicas que deben tomarse en cuenta para invertir las reservas internacionales, de tal forma que se pueda contar con activos muy líquidos con disponibilidad inmediata, se logre preservar el valor de esos activos y que, además, los rendimientos recibidos sean lo más altos, considerando la liquidez deseada. Al seguir esas condiciones, los bancos centrales aseguran que las reservas internacionales sigan siendo consideradas como tales por cualquier autoridad financiera o analista económico.

En la tercera sección se presentan algunas herramientas de análisis teórico para determinar si el saldo de las reservas internacionales con las que cuenta México es suficiente. Finalmente, se presentan las conclusiones.

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1. ¿Qué son y para qué sirven las reservas internacionales?

1.1. Definiciones de reservas internacionales

La definición de reservas internacionales con mayor aceptación a nivel mundial es la del FMI, al decir:

Los activos de reserva se definen como activos externos que están disponibles de inmediato y bajo el control de las autoridades monetarias para satisfacer necesidades de financiamiento de la balanza de pagos, para intervenir en los mercados cambiarios a fin de influir sobre el tipo de cambio y para otros fines conexos (como el mantenimiento de la confianza en la moneda y la economía y servir como base para el endeudamiento externo).1

En economías con un tipo de cambio fijo, las intervenciones de las reservas internacionales a las que se refiere el FMI sirven para defender la paridad definida por las autoridades cambiarias, a través de cambios en la oferta y la demanda de la divisa para la cual se pretende afectar el precio.

Por otro lado, en economías con un régimen de tipo de cambio flexible -como la mexicana- las reservas internacionales pueden ser utilizadas para atenuar volatilidades excesivas del tipo de cambio y asegurar el adecuado funcionamiento del mercado cambiario. Sin duda, más allá del régimen cambiario, el hecho de que un banco central cuente con un adecuado nivel de reservas internacionales es comúnmente interpretado como una señal de credibilidad de que el banco central pueda intervenir con ellas eficazmente.

Adicionalmente, el artículo 18 de la LBM establece que:

El Banco de México contará con una reserva de activos internacionales, que tendrá por objeto coadyuvar a la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional mediante la compensación de desequilibrios entre los ingresos y egresos de divisas del país.2

A su vez, el artículo 19 de la LBM detalla que la reserva internacional deberá estar constituida con “las divisas y el oro, propiedad del Banco Central, que se hallen libres de todo gravamen y cuya disponibilidad no esté sujeta a restricción alguna”,3 además de mencionar que:

[…] para determinar el monto de la reserva, no se considerarán las divisas pendientes de recibir por operaciones de compraventa contra moneda nacional, y se restarán los pasivos de la Institución en divisas y oro, excepto los que sean a plazo mayor de seis meses.4

Finalmente, el artículo 20 de la LBM establece que: “los créditos a cargo de bancos centrales, exigibles a plazo no mayor de seis meses, cuyo servicio esté al corriente”,5 también deberán formar parte de la reserva de activos internacionales.

De las definiciones mencionadas se puede deducir que ni las mejores prácticas internacionales ni la LBM permiten que las reservas internacionales sean utilizadas para otros fines, como el financiamiento de programas sociales o inversión en infraestructura del gobierno federal. Si esto se hiciera, las reservas mexicanas no cumplirían con las definiciones mundialmente aceptadas y, en automático, dejarían de ser consideradas como reservas internacionales, por lo que México renunciaría a todos los beneficios que generan y que serán mencionados a detalle más adelante.

Como se dijo, el Banco de México publica diversas estadísticas referentes a sus activos externos denominados en divisas, las cuales se presentan y definen en el cuadro 1. En el cuadro se encuentra en primer lugar la definición de la Reserva bruta, que se refiere a la totalidad de activos externos denominados en divisas y administrados por el banco central (billetes y monedas extranjeros; depósitos, títulos, valores y demás obligaciones pagaderas fuera del territorio nacional, denominados en moneda extranjera de amplia liquidez; créditos a cargo de bancos centrales exigibles a un plazo no mayor de seis meses y los derechos especiales de giro del FMI). Cabe mencionar que el saldo de la reserva bruta puede encontrarse mensualmente en distintas publicaciones en el sitio de internet del Banco de México. Así, se puede ubicar en el Reporte sobre las reservas internacionales y la liquidez en moneda extranjera que cubre con los criterios establecidos por el FMI -en adelante Reporte FMI-; en el Reporte de activos de reserva oficiales en moneda extranjera bajo el concepto Activos de reserva oficiales -en adelante Reporte de activos de reserva oficiales- y en comunicados de prensa que contienen información sobre el estado de cuenta del Banco de México -en adelante Estado de cuenta- (cuadro 2).6

1 FMI (2013), p. 3.

2 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (1993), p. 5.

3 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (1993), p. 5.

4 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (1993), p. 5.

5 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (1993), p. 5.

Cuadro 1
Activos externos del Banco de México

6 El Reporte sobre las reservas internacionales y la liquidez en moneda extranjera se puede consultar en: Enlace,; el Reporte de activos de reserva oficiales en moneda extranjera se puede ver en: Enlace; y el Estado de cuenta del Banco se puede ver en: Enlace

Fuente:
Elaboración propia con información de Banco de México.

Cuadro 2
Estado de cuenta del Banco de México al 31 de diciembre de 2020
Millones de dólares

Asimismo, el cuadro 1 define otros activos externos relevantes que son reportados al FMI de manera mensual, se trata de los denominados Activos internacionales. Esta definición se apega a los estándares establecidos por el propio FMI y es igual a la reserva bruta más el crédito a cargo de otros bancos centrales con plazo mayor a seis meses. Los activos internacionales pueden encontrarse en el Reporte FMI y en el Reporte de activos de reserva oficiales.

En tercer lugar, el cuadro 1 define a la Reserva internacional, que va de acuerdo con lo establecido en los artículos 18, 19 y 20 de la LBM. Al igual que la reserva bruta, la reserva internacional se publica de manera semanal en el Estado de cuenta. Como muestra el cuadro 1, ésta se obtiene al deducir de la reserva bruta los pasivos con plazo menor a seis meses denominados en divisas en los que incurre el banco central (consisten principalmente en depósitos en moneda extranjera del gobierno federal, Petróleos Mexicanos y las instituciones de crédito locales).

Finalmente, otro concepto poco utilizado en la práctica pero que el Banco de México ha publicado de manera histórica es el saldo de los Activos internacionales netos (cuadro 1), que se define como el saldo de los activos internacionales menos los adeudos del Banco de México con el FMI y con bancos centrales originados por créditos por convenio recibidos con plazo a vencimiento de menos de seis meses (pasivos internacionales). La información correspondiente a los activos internacionales netos puede ser encontrada en el Reporte mensual de saldos y flujos de los activos internacionales del Banco de México, así como en el Reporte de activos internacionales, crédito interno y base monetaria, ambos disponibles en el sitio de internet del Banco de México.7

En la publicación semanal del Estado de cuenta (cuadro 2) se observa que al cierre de 2020 la reserva internacional (reserva bruta menos pasivos a menos de seis meses) presentó un saldo de 195 667 millones de dólares como muestra el renglón A. Adicionalmente, en el mismo cuadro, pueden identificarse las variaciones semanales y acumuladas en el año de la reserva internacional, la reserva bruta y los pasivos a menos de seis meses, lo que permite un seguimiento puntual de estos conceptos. En el caso particular de la reserva bruta en la sección B, se muestra en las tres columnas de la derecha los flujos respecto a la semana, mes y año anterior. Esos flujos son desglosados para explicar las variaciones atribuibles a operaciones con Petróleos Mexicanos (Pemex), el gobierno federal, operaciones cambiarias con el mercado y otras operaciones (este último incluye el cambio en la valuación de la reserva bruta y otras operaciones). Cabe mencionar que los movimientos en la reserva bruta, atribuibles a las operaciones con Pemex y el gobierno federal, pueden incluir tanto operaciones de compra-venta de divisas al Banco de México como flujos atribuibles a colocaciones, vencimientos y pagos de interés de la deuda externa, así como el pago de otros compromisos en moneda extranjera. Lo anterior debido a que esas entidades públicas mantienen una cuenta en divisas dentro del Banco de México y utilizan esos recursos para servir sus pagos. Por lo anterior, un flujo de reserva bruta positivo (negativo) derivado de operaciones con Pemex o con el gobierno federal no necesariamente implica operaciones de compra (venta) de divisas del Banco de México a esas entidades públicas, como usualmente interpretan algunos analistas del mercado.

1/ Cifras preliminares. La suma de las partes puede no coincidir con el total debido al redondeo.
2/ Según se define en el artículo 19 de la Ley del Banco de México: la reserva internacional se obtiene como la diferencia entre la reserva bruta y los pasivos a menos de seis meses.
3/ Los flujos corresponden a las operaciones netas en divisas efectuadas por estas entidades con el Banco de México.
4/ Incluye las subastas de venta de dólares al mercado. No considera la venta de divisas pendientes de liquidación que se realiza el segundo día hábil bancario siguiente. Estas operaciones pendientes de liquidar constituyen un pasivo a menos de seis meses y se incluyen en el renglón (C).
5/ Incluye el cambio en la valuación de los activos internacionales y otras operaciones.
6/ Se refiere a los pasivos en moneda extranjera a un plazo menor a seis meses y se componen, principalmente, por las cuentas corrientes en moneda extranjera del gobierno federal y Pemex.

Fuente:
Extracto del comunicado de prensa del Estado de cuenta del Banco de México.

7 El Reporte de saldos y flujos
de los activos internacionales
del Banco de México se puede
ver en: Enlace ;
y el Reporte de activos
internacionales, crédito interno y base monetaria en: Enlace

1.2. Usos de las reservas internacionales

Las reservas internacionales generan beneficios importantes para la estabilidad macroeconómica de un país. Por una parte, sirven de respaldo a la capacidad crediticia de una economía, generando que tanto el gobierno como los demás agentes económicos puedan acceder a financiamientos bajo condiciones más favorables y a menores costos. Adicionalmente, las reservas internacionales sirven para dar autonomía financiera al banco central con respecto al apoyo de otros países u organismos internacionales al contar con la capacidad de responder a problemas de balanza de pagos sin requerir de financiamiento externo.

Otro uso que algunos países pueden dar a sus reservas internacionales es de instrumento de política monetaria.8 En estos países, el banco central compra o vende divisas para incidir sobre la oferta de moneda local. Con estas intervenciones, los bancos centrales manejan la liquidez en su sistema bancario, así como el tamaño de los agregados monetarios, para así afectar los niveles de las tasas de interés y, en última instancia, la inflación. Cabe mencionar que el Banco de México no utiliza las reservas internacionales para estos fines.

Otra funcionalidad teórica es el uso de las reservas internacionales como herramienta de ahorro precautorio.9 Es decir, las reservas internacionales en algunos países fungen como un fondo contingente para el pago de obligaciones en moneda extranjera, incluyendo el servicio de la deuda externa. Cabe mencionar que, en el caso de México, este uso de las reservas internacionales no resulta aplicable, a menos que el gobierno o los agentes económicos que tienen obligaciones en moneda extranjera compren divisas al Banco de México bajo los lineamientos establecidos por la Comisión de Cambios10 o por el propio Banco de México.

En México, las reservas internacionales son administradas por el Banco de México y, desde que el instituto central obtuvo su autonomía en 1994, han sido utilizadas principalmente para fortalecer la capacidad crediticia y la confianza en la economía, hacer frente a choques de la balanza de pagos y procurar el buen funcionamiento de los mercados financieros en episodios de elevada incertidumbre y volatilidad, respetando en todo momento el régimen de libre flotación del tipo de cambio. Una descripción detallada del uso que se le ha dado a las reservas internacionales en México se puede encontrar en el capítulo 11 de “Foreign Exchange Intervention in Inflation Targeters in Latin America”.11

8 Por ejemplo, desde 2011 el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) fue autorizado a realizar operaciones de reporto de monedas (REPO de Monedas), en las que el BCRP otorga divisa extranjera a cambio de moneda local, afectando la base monetaria (BCRP, 2015).
9 Kapur & Urjit (2003).

10 “La Comisión de Cambios es el órgano encargado de la política cambiaria en el país y está integrada por el Secretario y el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, otro Subsecretario de dicha dependencia, el Gobernador del Banco de México y dos miembros de la Junta de Gobierno del propio Banco” (SHCP & Banxico, 2020, p. 1).

11 FMI (2019).

2. ¿Cómo se invierten las reservas internacionales?

Una vez que se han definido las reservas internacionales y que se han explicado sus usos y beneficios es importante señalar los conceptos básicos que se deben tomar en cuenta para invertirlas. Para ello, es necesario describir en qué instrumentos puede invertirse la reserva internacional y las especificaciones que dichos instrumentos deben tener para disminuir riesgos en su administración.

En general, podemos decir que las reservas deben estar integradas por activos financieros que sean congruentes con lo que se conoce como la trilogía de las reservas:12

  1. Mantener un portafolio de activos internacionales de elevada liquidez: los bancos centrales invierten la reserva internacional en instrumentos financieros con amplia liquidez para que dichos instrumentos puedan ser convertidos fácil y rápidamente en un medio de pago para hacer frente a cualquier problemática en la balanza de pagos como se mencionó anteriormente.
  2. Procurar la preservación del valor del portafolio de activos internacionales: en la medida de lo posible, un banco central busca minimizar la probabilidad de una pérdida potencial elevada e inesperada en el valor del portafolio de activos internacionales ocasionada por disminuciones en los precios de los instrumentos que lo integran. En general, se busca evitar la pérdida de valor mediante la inversión de la reserva en instrumentos seguros, cuyos rendimientos tienden a ser estables, si bien, relativamente bajos.
  3. Obtener el mayor rendimiento posible en el mediano y largo plazo, procurando una prudente administración de los riesgos financieros y operativos.

Al cumplir estos lineamientos, los bancos centrales buscan mantener un portafolio líquido de reservas internacionales que pueda ser utilizado en cualquier momento para intervenir en el mercado cambiario, pero que en caso de no ser utilizado genere un rendimiento con el menor riesgo posible. De esta manera, se procura mantener el valor de las reservas internacionales ante una eventual necesidad de utilizarlas para intervenir en el mercado cambiario.

En México, las reservas internacionales se encuentran invertidas en diferentes instrumentos. Como muestra la tabla 1, la reserva bruta (cuadro 1) se encuentra invertida en su mayor parte (97%) en divisas que pertenecen a la canasta conocida como Derechos Especiales de Giro (DEG).13 Este es un claro ejemplo de cómo los bancos centrales buscan minimizar el riesgo de inversión de sus activos internacionales invirtiendo en divisas con bajo riesgo.

Tabla 1
Composición de la reserva bruta de México por divisa1/
Millones de dólares

12 Nugée (2000).

13 “El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. Hasta el momento se ha asignado un total de DEG 660.700 millones (equivalentes a aproximadamente USD 943.000 millones), en los cuales se incluye la mayor asignación en la historia de la institución por un monto de alrededor de DEG 456.000 millones aprobada el 2 de agosto de 2021 (en vigor a partir del
23 de agosto de 2021). Esta última asignación se realizó para abordar la necesidad de reservas a escala mundial y a largo plazo, y ayudar a los países miembros a hacer frente al impacto de la pandemia de COVID-19. El valor del DEG se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar de EE.UU., el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina” (FMI, 2021, primer párrafo).
1/ Saldos al 31 de diciembre de 2020.
Fuente:
Elaboración propia con datos del Reporte FMI.

3. ¿Cuál es el nivel adecuado de reservas internacionales para un país?

A pesar de que no existe un modelo consensuado internacionalmente para determinar el nivel adecuado de reservas internacionales con el que una economía debe contar, en la práctica se han desarrollado diversas metodologías que sirven para medir la suficiencia de reservas internacionales. Algunas de ellas son estimaciones tradicionales que permiten establecer la capacidad de intervención del banco central a través del cociente del saldo de la reserva con respecto a otras variables. Adicionalmente, existen otros indicadores más complejos que permiten calcular la necesidad precautoria de reservas, o bien, modelos de costo-beneficio, como se explicará más adelante. Si bien no hay un modelo ideal para cada país, se sugiere utilizar una amplia gama de éstos para poder llegar a conclusiones sobre la suficiencia de las reservas en un país.

3.1. Indicadores tradicionales

En su mayoría, estos indicadores fueron creados para analizar la suficiencia de reservas internacionales en economías con tipo de cambio fijo. Sin embargo, algunos analistas económicos, agencias calificadoras y participantes del mercado suelen utilizarlos para evaluar las reservas de cualquier país, independientemente del régimen cambiario, por lo tanto, es importante conocerlos. Los indicadores más conocidos son:

  1. Razón de reservas internacionales a importaciones: se calcula como el cociente del saldo de la reserva internacional y el promedio de las importaciones de los últimos 12 meses. Comúnmente, se ha establecido que el saldo de las reservas internacionales debe cubrir el flujo de importaciones de por lo menos tres meses. Como muestra la gráfica 1, para México este requerimiento es ampliamente satisfecho llegando a cubrir hasta más de cinco meses de importaciones con el saldo de la reserva internacional.
  2. Razón de reservas internacionales a deuda externa de corto plazo ajustada:14 con esta estimación se puede determinar si la reserva internacional es suficiente para cubrir o no las obligaciones en divisas de una economía originadas por deuda externa con plazo menor a un año. En la literatura, este indicador es conocido como la regla Guidotti-Greenspan.15 En el caso de México, durante los últimos años las reservas internacionales han cubierto en más de 100%, y de manera holgada, el saldo de la deuda externa de corto plazo ajustada (gráfica 2).
  3. Razón de reservas internacionales al agregado monetario M2: este indicador sugiere cubrir, con las reservas internacionales, el 10% del saldo de M2 para las economías con tipo de cambio fijo y el 5% para aquellos países con tipo de cambio flotante. La medida es utilizada con el fin de destacar que en crisis de la cuenta de capital se han observado importantes salidas de depósitos de residentes nacionales, por lo que el indicador captura la cobertura de las reservas de los recursos que potencialmente podrían representar una fuga de capitales.16 Las reservas internacionales en México satisfacen el criterio del 5% de M2 de manera holgada como muestra la gráfica 3.

14 Para el caso de México puede estimarse como la cobertura de las reservas internacionales de la deuda pública, privada y bancaria con plazo remanente menor a un año e incluye la tenencia de valores en moneda nacional en manos de extranjeros, así como algunos otros pasivos de residentes en el país, el Proyecto de Inversión de Infraestructura Productiva con Registro Diferido en el Gasto Público (PIDIREGAS) y otros pasivos. Se excluye la deuda en moneda extranjera en poder de residentes en el país.
15 Véase Greenspan (1999).

16 Moghadam, Ostry & Sheehy (2011), p. 13.

Gráfica 1
Reservas internacionales a importaciones1/
Meses

1/ Saldos a cierre de año para
la reserva internacional y
promedio de 12 meses para las
importaciones.

Fuente:
Elaboración propia con datos de
Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) y Banco
de México.

Gráfica 2
Reservas internacionales a deuda externa de corto plazo ajustada1/
Porcentaje

1/ Saldos a cierre de año tanto para el saldo de la reserva internacional como para la deuda externa de corto plazo ajustada.

Fuente:
Elaboración propia con datos
de Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP) y Banco
de México.

Gráfica 3
Reservas internacionales a M21/
Porcentaje

1/ Saldos a cierre de año tanto para el saldo de la reserva internacional como para M2. El umbral de 5% corresponde a economías con tipo de cambio flexible mientras que el de 10% es para economías con tipo de cambio fijo.

Fuente:
Elaboración propia con datos de INEGI y Banco de México.

3.2. Métrica de suficiencia de reservas

Como se mencionó anteriormente, existen otras metodologías más sofisticadas para medir la suficiencia de reservas de un país. En ellas destacan modelos propuestos por instituciones como el FMI y autores como Calvo, Izquierdo y Loo-Kung, así como el modelo propuesto por Jeanne y Rancière. A continuación, se explican brevemente dichos modelos, así como los objetivos de cada uno de ellos:

  1. Modelo de Moghadam, Ostry y Sheehy (también conocido como modelo ARA o modelo del FMI): estos autores proponen una métrica de suficiencia de reservas (RAM, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es centrarse en la necesidad precautoria de mantener reservas internacionales para una economía. En ella desarrollan una medida que pondera aditivamente las potenciales fuentes de demanda de dólares ante un choque de balanza de pagos o presiones cambiarias.
    Las variables que pueden generar dicha demanda de dólares se definen como: 1) los pagos de deuda externa de corto plazo (DECP); 2) otros pasivos de cartera (OPC), que incluyen la inversión de portafolio en instrumentos de renta variable, así como la deuda externa de mediano y largo plazo; 3) el agregado monetario M2;17 y 4) el flujo anual de exportaciones (X).18 Para determinar qué monto se requiere tener de reservas internacionales por cada una de estas variables, los autores analizan los movimientos extremos de cada una de ellas y con base en ese análisis proponen un porcentaje a cubrir para cada variable. Así, proponen la siguiente fórmula para determinar una métrica de suficiencia de reservas (RAM) para una economía con tipo de cambio flotante:

RAM = 30% DECP + 15% OPC + 5% M2 + 5% X    19

Los autores concluyen que para que las reservas internacionales sean consideradas como suficientes deben cubrir entre 100% y 150% de la medida RAM. Aplicando esta metodología al caso mexicano, se puede observar que el saldo de la reserva internacional satisface esta métrica. De hecho, si además del saldo de las reservas internacionales se consideran los recursos de la Línea de Crédito Flexible (LCF) que México mantiene con el FMI,20 es más que superado el requerimiento (gráfica 4).

Gráfica 4
Reserva internacional y rango de RAM en miles de millones de dólares1/
100% – 150% de la métrica

I RAM rango entre 100% – 150% I Reserva internacional + LCF I Reserva internacional

17 Para las estimaciones de suficiencia de reservas para México, el FMI utiliza el agregado monetario M4 en vez de M2; véase FMI (2004).
18 Se utilizan las exportaciones y no las importaciones ya que estas últimas no capturarían el riesgo de un colapso de la demanda externa (Moghadam, Ostry & Sheehy, 2011, p. 23).
19 Para México se utiliza el agregado monetario M4 al 5%.

20 “La Línea de Crédito Flexible (LCF) fue creada para atender la demanda de préstamos de prevención y mitigación de crisis proveniente de países con marcos de política e historiales económicos muy sólidos” (FMI, 2020, primer párrafo). México cuenta con una LCF vigente por 44 564 millones de DEG con el FMI.

1/ Saldos mensuales.

Fuente:
Elaboración propia con datos de INEGI, SHCP y Banco de México.

  1. Otros modelos para calcular la suficiencia de las reservas internacionales: existen autores como Calvo, Izquierdo y Loo-Kung21 que plantean un modelo con un enfoque de costo-beneficio con el objetivo de encontrar el nivel de reservas que minimice la función de costos del banco central. La intuición de estos modelos es que, por un lado, las reservas internacionales generan el beneficio de reducir la probabilidad de ocurrencia de una interrupción súbita de flujos de capital o sudden stop, pero al mismo tiempo un mayor nivel de reservas internacionales genera mayores costos financieros debido al costo de acarreo que conllevan.
    Por otro lado, existen autores como Jeanne y Rancière,22 que crearon un modelo que se conoce como una extensión de la regla Guidotti-Greenspan ya que, para encontrar el nivel suficiente de reservas internacionales, además de requerir que cubran el saldo de la deuda externa de corto plazo considera tanto la caída esperada del Producto Interno Bruto (PIB), respecto a su potencial en caso de una interrupción súbita de flujos de capital, como el costo de acarreo de mantener reservas internacionales.

En general, tanto las métricas tradicionales como los modelos más elaborados pueden arrojar resultados diversos que son sensibles a los supuestos que se utilizan. Por lo tanto, no puede utilizarse uno solo para determinar el nivel adecuado de reservas internacionales. En este sentido, es recomendable utilizar el mayor número de métricas posibles para poder tener una buena idea de si el saldo de reservas es o no suficiente.


21 Calvo, Izquierdo & Loo-Kung (2013).

22 Jeanne & Rancière (2006).

Conclusiones

En esta lectura se describió qué son las reservas internacionales y la importancia que tienen para mantener la estabilidad financiera en una economía. Independientemente del tipo de régimen cambiario, las reservas internacionales constituyen un activo trascendental para que un país cuente con una herramienta de intervención que, a su vez, mejore su entorno macroeconómico y financiero (obteniendo mejores condiciones crediticias para el país y mayor credibilidad para el banco central).

La composición de las reservas internacionales debe garantizar la inmediatez de recursos líquidos para que los bancos centrales puedan utilizarlas para intervenir en caso de requerirse, y es por ello que su inversión debe ser administrada con cautela. Los activos en los que la reserva internacional se invierte deben ser de poco riesgo para evitar pérdidas de valor en el portafolio. Además, se debe estar consciente sobre las implicaciones que esto conlleva en la generación de menores rendimientos para el mismo. En este sentido, las reservas internacionales no pueden ser invertidas en proyectos gubernamentales.

Finalmente, no existe un consenso sobre la suficiencia de reservas con las que una economía debe contar. Sin embargo, existen diversas métricas que los países pueden tomar como referencia para identificar si su nivel de reservas internacionales es adecuado. Dentro de estas métricas existen reglas tradicionales que emplean analistas económicos y calificadoras, o bien, metodologías más sofisticadas que toman en cuenta demandas precautorias de divisas o análisis de costo-beneficio.

Sin duda, las reservas internacionales y su importancia para una economía es un tema que vale la pena explorar a profundidad pues con ellas el país puede evitar desequilibrios financieros que dañen la economía y los hogares. Conocer su función, componentes y medición es un primer paso para la exploración de este activo financiero tan relevante para la economía global.

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Bibliografía

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